Género: ciencia ficción/ acción
Año: 2008
Director: Doug Liman
País de Origen: Estados Unidos
Es un videoclip de hora y media. Muy espectacular, lleno de luces, efectos especiales y paisajes, pero sin contenido.
Actúan el loco que hacía de Anakin Skywalker en la Guerra de las Galaxias, que es medio babacho, medio de estopa y medio imbancable (sí, tiene tres medios); y una jetona que trabajaba en la serie de Warner “The O.C.”. Supuestamente hacen una pareja de sex-symbols, pero si me atrajeran los seres humanos (estoy enamorado del cine), no los toco con una grúa a ninguno de los dos.
Bueno, el tema es que el muchacho, cuando adolescente descubre que tiene la habilidad de teletransportarse (el sueño del pibe), así que se fuga de casa y se tira la vida: viaja a Egipto, se toma unos mojitos en Cuba y hace caca en el inodoro del Papa (el sueño del pibe continúa…), todo en el mismo día. Pero resulta que hay una organización religiosa (hay algún villano en estos días que no sea religioso?) que caza a los teletransportistas (me suena a caminero muy rápido) como él. Ah! A los teletransportistas estos se les dice “saltadores” (jumpers).
Y así. Todo muy lindo, pero las actuaciones son sosas (excepto el chaboncito inglés, que hace de otro “saltador”, que es un maestro), lo predecible de la (trama) historia, la historia de amor barata (de $ 1,50 exactamente) y contada sin sentimiento, la falta de imaginación y ambición para (narrar) la historia, terminan por pasar factura.
En el mejor de los casos, no aburre. Pero uno debería poder esperar más.
Año: 2008
Director: Doug Liman
País de Origen: Estados Unidos
Es un videoclip de hora y media. Muy espectacular, lleno de luces, efectos especiales y paisajes, pero sin contenido.
Actúan el loco que hacía de Anakin Skywalker en la Guerra de las Galaxias, que es medio babacho, medio de estopa y medio imbancable (sí, tiene tres medios); y una jetona que trabajaba en la serie de Warner “The O.C.”. Supuestamente hacen una pareja de sex-symbols, pero si me atrajeran los seres humanos (estoy enamorado del cine), no los toco con una grúa a ninguno de los dos.
Bueno, el tema es que el muchacho, cuando adolescente descubre que tiene la habilidad de teletransportarse (el sueño del pibe), así que se fuga de casa y se tira la vida: viaja a Egipto, se toma unos mojitos en Cuba y hace caca en el inodoro del Papa (el sueño del pibe continúa…), todo en el mismo día. Pero resulta que hay una organización religiosa (hay algún villano en estos días que no sea religioso?) que caza a los teletransportistas (me suena a caminero muy rápido) como él. Ah! A los teletransportistas estos se les dice “saltadores” (jumpers).
Y así. Todo muy lindo, pero las actuaciones son sosas (excepto el chaboncito inglés, que hace de otro “saltador”, que es un maestro), lo predecible de la (trama) historia, la historia de amor barata (de $ 1,50 exactamente) y contada sin sentimiento, la falta de imaginación y ambición para (narrar) la historia, terminan por pasar factura.
En el mejor de los casos, no aburre. Pero uno debería poder esperar más.
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