Death Sentence

Género: Acción Drama Thriller
Año: 2007
Director: James Wan
País de Origen: USA

Kevin Bacon es un actor en decadencia. Ya no se lo ve mas por el mainstream y tiene que trabajar en lo que hay. A veces la pega, y a veces, no. En éste caso en particular, no lo hace.
El actor interpreta a un padre de familia que tiene linda jermu, lindo hijo, lindo auto y buen trabajo. Vuelve de un partido (de lo que juegan los yanquis… handball?… waterpolo?... algo de eso) y paran en una estación de servicio, con la malísima pata de que un miembro de una pandilla (Los Comemocos del Bronx, creo) pasaba su prueba esa noche en ese lugar. El lugar es asaltado y el muchacho es asesinado.
Nick Hume (Kevin Bacon) es atormentado por este suceso, y ve cómo toda su perfecta vida se derrumba por no poder olvidar, perdonar, superar la injusticia. Hasta acá lo mejor de la peli, porque después se va todo al garete. El tipejo se convierte en un remedo de Charles Bronson y busca venganza (justicia no sería, creo).
A partir de este momento se convierte en una película de acción completamente absurda y surrealista. Las situaciones son cada vez más tópicas e increíbles. Aburren y hasta da un poco de vergüenza ajena cuando uno se pone en el lugar del director. Lo peor es que si hubiera optado por un tono minimalista (como se hace en El Vengador Anónimo) la peli estaría bien, pero resulta impersonal, con pretensiones excesivamente joligüdenses.
Si buscan una buena peli, no se acerquen a esto. Si buscan una de acción buena, tampoco. Y si quieren ver algo que no te haga pensar, o que de hecho te haga más estúpido momento a momento, miren a Marley.