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martes, 29 de junio de 2010

Taken


(Búsqueda Implacable en Hispanoamérica y Venganza en España)

País: Francia
Año: 2008
Género: Acción
Dirección: Pierre Morel

Como muchos otros seres humanos con testosterona, yo disfruto de una buena peli de acción. Hay algo en la violencia que es paradójicamente hermoso (ojo!! digo violencia y no “gore”, como La Matanza de Texas o Hostel). Toneladas de balas siendo disparadas, explosiones que desparraman enemigos como ladrillitos Rastri, y por supuesto, el héroe. Ese tipo que es más duro que un caramelo Lipo, pero más bueno que cereal sin azucar (hoy tengo algo con las comparaciones estúpidas…).
Todo eso es muy lindo, pero suelen tener un grave problema, el argumento. Es cierto que ya no estamos en los ’80, donde los guiones los escribían los famosos chimpancés fumadores, pero ahora tampoco estamos muy bien que digamos. Además, ya no tenemos a Arnold, Van Damme ni a Lorenzo Lamas, pero están Jet Lee, Jason Statham y algún otro por ahí, lo que también es un cambio positivo en definitiva.
Todo este prólogo me sirve para aclarar que a pesar de que la acción me gusta, soy muy crítico al momento de ponerme a ver una peli. Y esta me sorprendió. Es que ver a un actorazo de la talla de Liam Neeson en una de violencia que tiene esa carátula es sorprendente, y te empuja a verla. La premisa es tan sencilla como eficaz, a veces peca de mucha inocencia, pero sorprende. El tipo es un agente de la CIA retirado y divorciado que hace los trabajitos que le caigan, como cuidar a Britney Spears (no se dice que es ella, pero claramente hace referencia) y otros muy sorprendentes. Tiene una hijita, bueno, media grandota, en realidad. Tiene 17 añitos y quiere irse a Europa para seguir la gira de U2. Él no quiere, pero la ex-mujer y la hija le rompen tanto que termina accediendo, lo que no sorprende (aparentemente hoy tengo algo, no sólo con las comparaciones imbéciles, sino también con la palabra “sorprende”…).
Tras incidentes menores varios y esa falta de precauciones que ningún padre quiere pensar que sus hijos tienen, la secuestran. Ella estaba con él al teléfono, por lo que Bryan (el personaje de Neesom) consigue suficientes pistas como para ir a buscarla. Contacta a algunos amigos, pasa por la armería, y PINTÓ EL DISTURBIO. Se arma la gorda en serio. Y es que aunque la premisa sea de medio pelo para abajo, la historia está bien contada, es bastante realista (con matices) y la tensión es permanente.
La cinta no es el summun, pero es entretenida, las actuaciones son casi todas de gran nivel, tiene unas gotas de crítica social y enseña bastante del bajo mundo europeo, pero sobre todo, reboza acción. Ah!! Y realmente sorprende.








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