Apocalypto

Género: Acción, Aventuras
Año: 2006
Director: Mel Gibson
País de origen: Norteamérica y México

A Mel le han achacado un montón de cosas por este largometraje: discriminación, etnocentrismo y fanatismo religioso, entre otras cosas. Supongo que algunas críticas son justas, sobre todo la falta de rigor histórico. Pero una vez que le dimos el tirón de orejas por sus errores, vamos a ver qué hizo.
Hay que comenzar diciendo que acá vemos indios de los de adeveras, no esa mariconada de El Último de los Mohicanos. Estos viven como aborígenes, cazan como aborígenes y hacen bromas aborígenes. Pero sobre todo pelean y matan como aborígenes. Las luchas son muy, pero que muy crudas, nada de coreografías de baile. Los locos se dan de lo lindo. La historia misma es bastante fuerte. Cuento un poquito del principio y no debería arruinarle la peli a nadie.
Resulta que el protagonista, al que vamos a referirnos con el nombre indio de “Cara de Cucu”, vive tranquilo en su asentamiento. Son un pueblo feliz y tranquilo. La mujer de “Cara de Cucú”, “Venada Tuerta”, está embarazada, y ellos están recontentos y dicen que le van a poner “Cuí del Bosque”. El problema aparece cuando una patrulla maya asalta la villa en busca de personas que sacrificar a sus dioses. Los mayas malosos masacran todo en la lucha y violan a las mujeres. “Venada Tuerta” logra esconderse en un pozo con su otro hijo (creo que se llamaba “Tatú Carreta Bizco”, o algo así). Ella no puede salir del escondite sin ayuda, a pesar de que está a punto dar a luz. A su marido se lo llevan pal’ altar de sacrificios y todo se va al carajo. Esos son los primeros 10 minutos.
Visualmente portentoso, emocionalmente recargado, potencialmente terrorífico y RE-lleno de hemoglobina. Un peliculón de pé a pá, único en su género y estilo.